Puede escuchar los términos «heredero» y «legatario» usados indistintamente, pero las palabras tienen dos significados legales diferentes. Aunque ambos se utilizan para definir beneficiarios de un testamento, la verdad es que existe una importante Diferencia entre Heredero y Legatario. Veamos que significa cada figura legal para comprender mejor qué las hace distintas.
Heredero
Los parientes consanguíneos de una persona suelen ser sus herederos, así como su cónyuge sobreviviente y sus hijos adoptivos. Los herederos incluyen a niños, padres, hermanos, sobrinas y sobrinos, padres, abuelos, tías, tíos y primos. Si alguien muere sin dejar un testamento, las leyes estatales de sucesión intestacional deciden el orden de herencia y el tamaño de las acciones.
Aunque las leyes intestadas difieren según el estado, los cónyuges y los hijos generalmente heredan primero. Un heredero puede ser legatario.
Legatario
Un legatario puede no estar relacionado con la persona que le deja un artículo bajo su voluntad. Por ejemplo, el testamento de Bob le deja un carro a su amiga, Carol. Carol no es su heredera, ya que no está casada con Bob ni está emparentada con él por sangre o adopción, pero ella es su legatario porque recibió un objeto de él en su testamento. Un legatario puede ser un negocio, una organización benéfica u otra agencia.
Aunque es posible que un legatario sea heredero no es posible que suceda lo contrario. La ley explícitamente define al legatario como el beneficiario de un testamento y no beneficiario por razón de consanguineidad o relación legal.
Diferencia entre Heredero y Legatario
La principal Diferencia entre heredero y legatario es que el primero recibe los beneficios de una herencia a razón de un vínculo ya sea consanguíneo como la relación padre-hijo o uno legal como un cónyuge o hijastro.
Para que exista un legatario este debe ser nombrado explícitamente en el testamento, de lo contrario, esa persona no tiene derecho a heredar. Por el contrario, aunque exista la ausencia de un testamento detallado y escrito, quienes tienen un nexo legal o sanguíneo con el fallecido serán automáticos herederos de sus propiedades.